Brenda : 14

22/12/2010 3.939 Palabras

Brenda : 14«La madrépora» de Eduardo Acevedo Díaz En las primeras horas de una noche tormentosa, un morador situado cerca de la punta de Piedras Negras, que se dibuja al norte de la del Buceo como un lomo de saurio hundido en el cieno, habría visto deslizarse a la luz de los relámpagos, sobre las aguas agitadas y sombrías, una sumaca frágil y ligera, con una luz a mitad del palo, luchando con las fuertes rachas del sudeste. Aunque recogida en parte la latina vela de polacra que llevaba a proa, sin gavia, lisa y fina, como un pez sin escamas, saltaba sobre las olas siniestras con una velocidad asombrosa, a manera de langosta de mar sorprendida en la superficie por la borrasca, que pugnase por volver a la quietud de los fondos. Tenían estos pocas brazas entre Piedras Negras y la ensenada de Santa Rosa, de empinados cantiles y áridos médanos. La ocasión no era oportuna para arribar a aquellas rocas cortadas a pico, en donde...

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