Del frío al fuego: 19

16/03/2011 3.135 Palabras

Capítulo XVIII 19 Pág. 19 de 27 Del frío al fuego Felipe Trigo En verdad que se ha animado el barco, con la fiesta. A la mesa se habla siempre de música y teatro, y empiezan los ensayos en cuanto anochece. Siendo mi cargo el de director de escena, aquí en la saleta de señoras, Sarah no me deja bajar al comedor, ni aun cuando ella canta -teniendo que atender a ambas secciones -su Seade melancolique: Ma fenétre, helas, est fermée, et ne s'ouvrira que pour lui... pourquoi ne t'emue point ma tendresse? elle-est si grande, mon chéri!... Bien aimé ne t-en fuis! En cambio, de que Lucía termina abajo su aria Il riso, y sube a vernos, Sarah, mi novia... ¡mi novia! háceme salir. ¡Oh, tirana microscópica! Aquí estoy, fuera, temeroso más que obediente a sus gestos. Me aterra la histérica muchacha. Sería capaz de delatarle a Alberto toda su fantasmagoría celosa. Es el único peligro que tendré que conjurar: yo no puedo renunciar a mi amistad con Lucía....

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