El médico rural: 05
Capítulo V 05 Pág. 05 de 28 El médico rural- Primera parte Felipe Trigo Por las mañanas, terminada la visita, solía el médico irse un rato a casa del señor Vicente, que convidábale a café y le esperaba cuidándolo en la lumbre. -Bueno, y diga usted, señor Vicente -trató un día Esteban de informarse-: el maestro de escuela, ¿dónde anda, que aún no le conozco? El señor Vicente se admiró. Chocábale que no conociera al maestro, concurrente a la tertulia algunas veces. ¡No, no era liberal! Detalló sus señas personales y Esteban no recordaba. Ninguno de cuantos conocía tenía trazas de maestro. Debió pasársele inadvertido en la confusión, en la mayor animación de las primeras noches. No habría vuelto, quizá, por no haberle correspondido a la visita. Deplorábalo, y le confesaba el señor Vicente el olvido que impedíale estar siendo amigo del maestro y pasear con él, ya que los demás se iban a sus fincas. Pero el señor Vicente, después de...
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