El médico rural: 26

22/03/2011 2.765 Palabras

Capítulo XV 26 Pág. 26 de 28 El médico rural- Segunda parte Felipe Trigo -¡Anda, anda, los literatos! -decía Jacinta al ver que su marido, según volvía a tomar por maña en estas noches, preparábase a salir, apenas llegó Inés y acabaron ellos de cenar-. Pero tú, Esteban, ¿dónde vas?... Este, hija, Inés, nos abandona; cánsase de todo... ¡es una veleta! -¡Claro, sí! -repuso él, en tanto Inés bajaba ruborosa la cabeza y sonreía-. ¡Como no quieras darme también una aguja y que me ponga con vosotras a coser! Su compañera de juego y de lectura, Inés, ahora, con las prisas del ajuar, traíase siempre labores y bordados y se ponía a trabajar con las amigas. Cogió Esteban el sombrero, y se marchó. Llegó al Casino. Púsose a jugar al billar con Rómulo. En un corro estaban Juan Alfonso, su padre y sus parientes. Perdonado, y más que perdonado, el arisco amante de Evelina, tornaban todos a una paz maravillosa, estupenda, inverosímil..., a base de...

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