La fontana de oro : 20

23/10/2009 4.690 Palabras

La fontana de oro Capítulo XIX El abate de Benito Pérez Galdós Al día siguiente, la casa de las tres ruinas contenía en su estrecha capacidad seis personas: las tres Porreñas, Clara y dos visitas. Clara y la devota estaban encerradas en la habitación interior, destinada a las prácticas ascéticas. La santa, concluida la oración mental, se había sentado en un taburete, y poniendo un gran libro sobre sus rodillas, leía con la cabeza inclinada a un lado, arqueadas las cejas, bajos los párpados, y cruzadas las manos en ademán muy humilde. Clara estaba a su lado, y como no debía llegar, en su flaca naturaleza, a aquel alto grado de perfección, cosía como una pecadora, como una infeliz mujer no acrisolada por las inflamaciones de amor divino. La devota no se permitió otra expansión que referir a su compañera6 los gozos y visiones que aquella noche había tenido. Después empezó un examen de doctrina, y le hizo varias preguntas morales y teológicas, a que...

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