La fontana de oro : 27

23/10/2009 3.684 Palabras

La fontana de oro Capítulo XXVI Los disidentes de la Fontana de Benito Pérez Galdós Aquella mañana no ocurrió más incidente que el que hemos descrito. Lázaro subió y bajó varias veces furtivamente y con pasos de ladrón, tratando de ver a Clara; pero le fue imposible. Esperaba verla en la comida; mas también, como el día anterior, se frustraron sus deseos. Pusiéronse a las dos los manteles, y cada cual ocupó su sitio. La mesa era para doce cubiertos: ocupó un extremo María de la Paz, teniendo a su derecha a Salomé y a su izquierda a Elías, mientras la devota estaba erigida a la derecha de su prima. Al joven le pusieron enfrente, a tanta distancia del grupo principal, que para alcanzar su ración tenía que descoyuntarse los brazos. Sirviose primero una sopa que, por lo flaca y aguda, parecía de Seminario; después siguió un macilento cocido, del cual tocaron a Lázaro hasta tres docenas de garbanzos, una hoja de col y media patata; después se repartieron...

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