Rojo y negro: Capítulo XXIV

01/10/2012 4.041 Palabras

Rojo y negro de Stendhal Una Capital Mucho ruido, mucha animación, muchas gentes que corren presurosas a sus negocios, muchas ideas para el porvenir en una cabeza de veinte años, y muchos motivos de distracción para el amor. BARNAVE -¡Cuán diferente sería mi estado de ánimo si yo llegase a esa noble plaza de guerra para ser oficial de alguno de los regimientos encargados de defenderla!- exclamó nuestro viajero lanzando un hondo suspiro, cuando vio a lo lejos, sobre el lomo de una montaña, los muros negruzcos de la ciudad de Besançon. No es sólo Besançon una de las ciudades más hermosas de Francia, sino también abundante en personas de corazón y de genio; pero Julián llegaba a ella solo, pobre, y sin recomendaciones que le permitieran abrigar esperanzas de entrar en contacto con los hombres distinguidos. Su amigo Fouqué le había proporcionado un traje modesto, que era el que llevaba al pasar los puentes levadizos. Lleno su espíritu de la historia del sitio de...

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