Brenda& 160;: 1Zelmarde Eduardo Acevedo Díaz En el est& 237;o de 187... Ra& 250;l Henares habitaba en uno de los sitios m& 225;s pintorescos de las cercan& 237;as de Montevideo. La casa quinta ocupaba ...
Grito de gloria& 160;: 3de Eduardo Acevedo Díaz Dos d& 237;as despu& 233;s de esta reuni& 243;n, diose principio a ciertas maniobras que apenas trascendieron en Buenos Aires; pero que, en la banda ...
Ismael& 160;: 4de Eduardo Acevedo Díaz El padre guardi& 225;n recogiose de nuevo en s& 237; mismo, p& 225;lido y caviloso. Con los p& 225;rpados ca& 237;dos y la mano en los labios, desliz& 243 ...
IntroducciónBandolero (Dibujo de García Lorca).EL panorama del teatro español en el período 1900-1930 resulta, observado en su conjunto y si se lo compara con otros países europeos, bastante pobre. Se ...
Grito de gloria& 160;: 19de Eduardo Acevedo Díaz Sal& 237;a, con & 225;nimo de aproximarse al fog& 243;n de Ismael, cuando el teniente Cuar& 243; se present& 243; a caballo, y sin apearse, d& 237;jole ...
Ismael& 160;: 49de Eduardo Acevedo Díaz Este & 171;exceso de energ& 237;a& 187; del movimiento, no previsto ni susceptible de ser dominado, asignaba por la fuerza misma de las cosas un sitio de ...
Juan Moreira Un castigo terriblede Eduardo Gutiérrez Moreira marchaba conteniendo los bríos de su fogoso animal, con la habilidad del jinete que sabe no disponer más que de una sola cabalgadura, y lo ...
Unamuno, Miguel de (Bilbao, 1864 - Salamanca, 1936), escritor español. Colaboró como periodista en varias publicaciones. Fue catedrático, rector (1901) y vicerrector (1921) de la Universidad de ...
Ismael& 160;: 46de Eduardo Acevedo Díaz No march& 243; ya Almagro aquella tarde con sus compa& 241;eros, reuni& 233;ndose todos en las & 171;casas& 187; para velar el cuerpo de Felisa. S& 243;lo all& ...
Grito de gloria& 160;: 23de Eduardo Acevedo Díaz Una noche, Natalia not& 243; que Souza parec& 237;a m& 225;s contento que de costumbre.Estaba comunicativo en exceso, aventuraba ciertas frases de ...
Brenda& 160;: 23Tres cartasde Eduardo Acevedo Díaz Horas despu& 233;s del baile, del que salieron juntos, los dos amigos depart& 237;an sobre sus cosas & 237;ntimas en la casa de Ra& 250;l, bajo la ...
Brenda& 160;: 8Rayos doradosde Eduardo Acevedo Díaz En la ma& 241;ana siguiente, entre risue& 241;o y pensativo, el joven tom& 243; asiento en su carruaje, que le esperaba en el sitio designado. ...
Juan Moreira Jaque matede Eduardo Gutiérrez Y era verdad, ya Moreira no podía esperar nada que alegrara su vida. Su cabeza codiciada por todas las partidas de plaza y policía de Buenos Aires, no ...
Brenda& 160;: 19Emocionesde Eduardo Acevedo Díaz Areba pas& 243; a un gabinete peque& 241;o, de mobiliario de nogal e impregnado como el sal& 243;n de un ambiente bals& 225;mico, muy parecido al ...
Ismael& 160;: 21de Eduardo Acevedo Díaz Los fugitivos, antes que cayera la noche, devoraron al galope una distancia considerable.Ten& 237;an por delante la inmensa extensi& 243;n desierta, arroyos, r ...
Ismael& 160;: 6de Eduardo Acevedo Díaz El semblante de Fray Benito fue luego anim& 225;ndose poco a poco. A sus facciones dulces volvi& 243; el tinte risue& 241;o, y a la humedad de sus pupilas ...
Brenda& 160;: 30En las costasde Eduardo Acevedo Díaz Dirijamos ahora una mirada a la ribera.Pasado un mes, desde el primer d& 237;a de su enfermedad, Cantarela fue sinti& 233;ndose con fuerzas, ...
Grito de gloria& 160;: 27de Eduardo Acevedo Díaz En las horas de esa noche y en el siguiente d& 237;a notose mayor movimiento que otras veces en el recinto.S& 250;pose que el general Lecor en persona ...
Ismael& 160;: 27de Eduardo Acevedo Díaz El bullicio entonces, tom& 243; creces.Perico iba a bailar, y la fiesta ser& 237;a completa. La & 171;ca& 241;a& 187; de las botas, libada en abundancia, hab& ...
Brenda& 160;: 36Autopsiade Eduardo Acevedo Díaz El tr& 225;gico fin de Gerardo y Cantarela sorprendi& 243; a la se& 241;orita de Linares enmedio de los graves conflictos por que pasaban los moradores ...
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