Arroz y Tartana& 160;: 3de Vicente Blasco Ibáñez El primer d& 237;a del a& 241;o, a las ocho de la ma& 241;ana, Concha y Amparo ya hab& 237;an abandonado el lecho, extra& 241;a diligencia en ellas, ...
David CopperfieldSegunda Parte: Capítulo IIde Charles Dickens Steerforth y yo permanecimos más de quince días en el campo. Estábamos bastante tiempo reunidos (no necesito decirlo), pero a veces nos ...
El linode Hans Christian Andersen El lino estaba florido. Tenía hermosas flores azules, delicadas como las alas de una polilla, y aún mucho más finas. El sol acariciaba las plantas con sus rayos ...
Esta es la versión para imprimir de La campaña del Maestrazgo.Si imprimes esta página, o eliges la opción de Vista preliminar de impresión en tu navegador, verás que desaparecen este cuadro, los ...
Limitaciones de la variabilidad de las creencias y las opiniones de las masas«1. Creencias fijas.La invariabilidad de ciertas creencias generales – Dan forma al curso de la civilización – La ...
Sopa de palillo de morcillade Hans Christian Andersen Sopa de palillo de morcilla-¡Vaya comida la de ayer -comentaba una vieja dama de la familia ratonil dirigiéndose a otra que no había participado ...
Vidas paralelas Titode Plutarco I. Cuál haya sido el semblante de Tito Quincio Flaminino, que comparamos a Filopemen, pueden verlo los que gusten en un busto suyo de bronce, que, con una inscripción ...
Alfred Hitchcock: Vértigo.Artículos destacadosFangio y la Formula IDe Gaulle, el General de FranciaEl Mundo del SilencioCronología 1958Política internacionalEgipto y Siria se unen para forman la ...
Esta es la versión para imprimir de Blasones y talegas.Si imprimes esta página, o eliges la opción de Vista preliminar de impresión en tu navegador, verás que desaparecen este cuadro, los encabezados ...
El Príncipe y el mendigoCapítulo ILa infancia de Tomde Mark Twain Saltemos unos cuantos años. Londres tenía mil quinientos años de edad, y era una gran ciudad... para entonces. Tenía cien mil ...
IntroducciónEN la primavera de 1611, Galileo visitó Roma y mostró en los jardines del Quirinal las maravillas telescópicas de los cielos a los personajes más eminentes de la corte pontificia. Su ...
nonePág. 026 de 127La lucha por la vida III Primera partePío BarojaEntraron, y por una rampa en cuesta, entre boscaje, bajaron a uncobertizo de madera con mesas rústicas, espejos y unas ...
Este sepulcro lagrimoso encierrade Lope de Vega A la muerte de Agustín de CarpioSoneto 122& 160;& 160;& 160;Este sepulcro lagrimoso encierra un viejo en seso, aunque mancebo en años,que por desengañar ...
La catedral& 160;: 3de Vicente Blasco Ibáñez Eran los tiempos de la revoluci& 243;n de septiembre. En la catedral y el Seminario hab& 237;a gran revuelo, coment& 225;ndose de la ma& 241;ana a la noche ...
La Montálvez-Parte I: Capítulo XIVde José María de Pereda Si el marqués pudo darse cuenta de que se moría cuando se estaba muriendo de veras, y si, penetrado de esta idea, se conceptuaba relativamente ...
Esta es la versión para imprimir de Los Pazos de Ulloa.Si imprimes esta página, o eliges la opción de Vista preliminar de impresión en tu navegador, verás que desaparecen este cuadro, los encabezados ...
Maravillas medievalesCUANDO el mundo era desconocido, también era maravilloso. En la Edad Media, cuando el espíritu científico no había despejado todavía ciertas áreas de la fe humana en lo posible ...
HAN pasado cuarenta y ocho años desde que, un 22 de noviembre de 1963, el mundo se sintió conmovido y tremendamente impresionado ante la noticia y las imágenes del asesinato del trigésimo quinto ...
La Divina ComediaEl Infierno: Canto XIIIde Dante Alighieri William Blake: El Infierno, Canto XIII, 1-45, El bosque de los auto-violadores: Las harpías y los suicidas. No había aún de allá llegado ...
La Regenta - Capítulo VIIIde Leopoldo Alas El marqués de Vegallana era en Vetusta el jefe del partido más reaccionario entre los dinásticos; pero no tenía afición a la política y más servía de adorno ...
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